viernes, 3 de mayo de 2013

Capitulo 1

Aquella noche me di realmente cuenta de que dejé de ser yo... Era como algo que te atrapa poco a poco, te hace caer en su trampa y no te deja escapar, te agarra tan fuerte que llega un momento que de la presión dejas de pelear por recuperar esa libertad que tenías y te dejas llevar por la corriente de esa viciosa espiral... Se que muchos no me entenderéis pero, si soy sincera, poco me importa. Esa noche corrí a ciegas por aquel bosque, sintiendo que las plantas de mis pies se desgarraban como papel, sintiéndolas hervir por el dolor, pero no me detuve. ¿De que corría? Ahora lo pienso en frío, seguramente de paranoias, pero en ese momento era tan real que me desbocó el corazón y lo único que mi cuerpo fue capaz de compaginar fue el correr, correr hasta donde fuera necesario.

Aquella misma noche le vi morir... Vi como unos imbéciles le pegaban una paliza, la sangre corría por los adoquines y empapaba su ropa. Le vi tirado en el suelo, quise ir a ayudarlo pero el miedo me impidió mover un solo músculo. y aunque no me moví de donde estaba, me vieron, me arrancaron de mi escondite y me empezaron a arrancar la ropa, quitarme los zapatos. La lujuria corrompía su mirada, pero aunque gritaba y pedía ayuda nadie parecía escuchar. De repente algo hizo que aquellos hombres que estaban a punto de violarme, cambiaran su asquerosa mirada por una de terror y miedo, seguramente muy parecida a la que tenía yo. El muchacho que debía de estar muerto, con la sangre cayéndole aún por el flequillo y manchando su cara, no solo se había incorporado y caminado hasta donde me tenían presa sino que también acababa de arrancarle la vida de cuajo a uno de aquellos asquerosos hombres, literalmente. No recuerdo cómo pero rápidamente acabó con todos.

Miré a aquel chico, no mucho mayor que yo, sus ojos de un color oro brillando en la noche ¿Por qué estaba vivo? Eso aun me lo pregunto yo. Rodeada de cadáveres, y enfrente de un demonio con cara de ángel recubierto de sangre mis piernas se movieron por si solas en un impulso y eche a correr, alli empezó mi accidentada carrera por el bosque. Ya había perdido la cuenta de cuanto tiempo llevaba corriendo cuando tropecé y caí, los pies me sangraban, los tenía a carne viva, pero no me interesaba mimarme las heridas en ese momento, seguía viendo esos ojos amarillos, la sangre brotando de las heridas...

 Intente levantarme, pero las fuerzas me fallaron y volví a caer. Miré a mi alrededor, estaba perdida, no reconocía nada. Oí un crujido de una rama, asustada miré en todas las direcciones rápidamente y los vi más relucientes aun, esos penetrantes ojos de oro. El corazón por poco se me para, se abalanzó sobre mi desde la rama que estaría a una altura de siete metros. De repente lo tenía tan cerca de mi que sentía su respiración, su olor, su tacto, el latido de su corazón y su voz...


- Sé que me tienes miedo, que piensas que soy monstruo por haber vuelto de la muerte y haberme manchado las manos de sangre de esos imbéciles, pero no soportaría que te hicieran nada, - me susurro al oído - tu eres la única en este mundo que no ha de temerme. No haría nada que no quieras.

 Y acto seguido me besó. Sin dejarme tiempo a reaccionar me aupó y me llevo en brazos. Sentía calor en su abrazo, me sentía bien allí colgada de su cuello, sintiendo como aquel misterioso personaje me llevaba a algún lugar.

 - ¿Quien eres? - Fue lo único que llegue a decir puesto que, entre la carrera y lo a gusto que me sentía entre sus brazos con el suave bamboleo de sus andares, el sueño había ido cogiendo terreno.

 - Alguien que lleva a tu lado mucho tiempo y tu no te habías dado cuenta. - cerré los ojos y me deje llevar. 

El suave roce de las mantas tapándome me hizo abrir los ojos por ultima vez esa noche y observar esos ojos mirándome con dulzura. Aun metida en cama, tapada hasta arriba, sentía frío sin su contacto.

 - No te vallas - articule, agarrando la manga de su chaqueta para evitar perderlo.

 - Nunca me iré, estoy mucho mas cerca de lo que crees. Pero tienes que encontrarme. Sueña. - y con un beso se esfumó aquel chico de ojos dorados que ni sabía si iba a volver a ver, pero antes de que reaccionara el sueño pudo conmigo y me vi caer en medio de oscuridad y sangre...

2 comentarios:

  1. Hola Kyl! Ohh, pero que preciosidad de capítulo, decir que me encantó, es decir poco.Más no sé que otra cosa puedo decirte, solo me resta felicitarte por tu inmensa imaginación, y decir que te seguiré leyendo. Me pregunto quien sera ese chico, y no sé porque pero cuando le dijo a nuestra protagonista que sueñe, tuve un escalofrió.
    ¡Hasta pronto!

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  2. ¡Wow! Está genial, me ha encantado :)
    Tiene mucho misterio y eso es algo irresistible para mí ^^ Escribes de maravilla y felicidades por esa increíble imaginación que tienes. Y ya ni hablar de los dibujo ¡son muy, muy buenos!
    Te seguiré leyendo, ahora mismo me suscribo a tu blog :3
    Un beso

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