martes, 10 de septiembre de 2013

Capítulo 17

Me era inconcebible que yo le hubiera cambiado la forma de pensar. Si ni siquiera sabía como pensaba yo misma.

- ¿Yo? Pero es imposible, yo no te conocí hasta aquella noche en el bosque. - rememoré aquella noche y aún me acordé del nerviosismo tonto que sentí.

- Realmente sabíamos el uno del otro desde pequeños, pero eso ya es otra historia. - me sonrió Zeev. No insistí, en esta ocasión me importaba más otro tema. - Aquella noche, la de la misión, - explicó - nos mandaron al sector 16, lugar donde se divisaron rebeldes y la misión consistía en acabar con ellos. Mi misión era la que conllevaba más riesgo. Tenía que acabar con su lider, y en cuanto lo hiciera tendría que ir matandolos uno a uno. - apretaba los puños y su expresión era cada vez más sombría - Cuando encontré y arrinconé a mi objetivo me dijo a punta de cañon: << Mátame, pero no acabaras con nuestros ideales y provocarás que esta espiral se vuelva más profunda e irreversible. ¡Piensa por ti mismo! Mira lo que te hicieron por querer mejorar al ser humano. Mataron a tus amigos. Son asesinos que se esconden tras un velo de leyes y ciencia. Matan a la gente que tiene poco, y lo sabes.>>. Esas palabras me abrieron la mente. Supe que luchaba en un bando en el que no me guataba jugar. Me habían destrozado la vida convirtiéndome en un monstruo por sus ansias de poder. No pude acabar con aquella persona. Le di mi arma y le dige que me disparara y huyera. Me miró con miedo y me dijo que no podía matar a una persona. Agarré el arma y me disparé en el pecho y la obligue a marcharse entre sollozos de dolor. Cuando mis compañeros y mi superior estaban muy cerca se marchó. Pero me llevó con ella.

- ¿Te raptó?

Soltó una carcajada pequeña y se relajó algo.

- Digamos que me dejé raptar. Me trajo hasta aquí y conocí a los rebeldes. Al verme una muchacha me llamó "Zeev". Lobo en hebreo. Me lo dijo por mis ojos poco comunes, o eso supongo, nunca se lo pregunté. Así pues decidí que Jesse se había muerto en aquella misión a causa de ese disparo en el pecho. Y me desprendí de ese nombre y pasé a llamarme Zeev. Un rebelde más. - se relajó definitivamente y se reclinó en la cama.

- Veo que te alegras de tu decisión.

- Si, pero perdí mucho por el camino.

Pero es que encontré un lugar en el que podía ser yo mismo. Sin dejar de amoldarme a los demás, sin querer ser nada más que un chico de veintiún años.

- Y lo conseguiste. - la dulce sonrisa de una joven se encontraba en el umbral de aquella habitación. Julie veía cogida de su mano. El cabello rubio de las dos, del mismo tono dorado, confirmaba mis sospechas de que compartían lazos sanguíneos. Aún que a mi parecer la muchacha se veía más joven que yo. - Yumi, me alegro que te hayas despertado. Espero que ya estés mejor, la verdad es que nos tenías preocupadísimos. Bueno, no se si me recuerdas. - negué con la cabeza - Soy Anne, la madre de Julie.

Dirigió a mi sus grandes ojos avellana y la niña se soltó de su mano y se subió a mi cama para abrazarme. Lo que provocó la sonrisa de todos los que nos ayabamos allí.

- Toy muy contenta de que ya no eztez domida. ¿Vienez comigo a ved nueztra caza?

- Julie, no se si estará lo suficientemente fuerte como para andar - dijo Zeev.

- Estoy bien, si me canso paramos y listo. ¿A que si?

- ¡Ziii! No te preocupez Zeev, yo me encago de cuidala. - anunció decidida Julie.

Me levanté y la niña tomó mi mano. Sin mucha prisa salimos de la habitación y entramos a una sala enorme y diáfana. A mis espaldas aún oía a Zeev y a Anne.

- Debes de estar muy contento. Ya está aquí otra vez - dijo Anne.

- Me costó traerla, pero no se acuerda de que es ella el pilar de todo esto. La que prácticamente creo a los rebeldes. Es la líder.

- Pero tu mismo lo has dicho, no se acuerda. El líder ahora eres tú.

- No soy el líder. Voy a devolverla a ser como era. La haré recordar cueste lo que me cueste todo. Y si tengo que dejarme la piel lo haré. No la voy a perder.

Lo que oía me estaban dejando patidifusa. Apenas sabía que era realidad y que no, y ya estaba metida hasta el cuello en una revolución en un lugar que no sabía nada de él. Si este mundo era el real ¿que estaría pasando para que yo me revelara de tal manera, en una lucha que obviamente estaba perdida? No sabía nada pero el ser humano es curioso así que, mientras la niña tiraba de mí hacía algun lugar desconocido para mí, mi mente formaba un plan para averiguar todo lo que pudiera de todo. Quería acabar ya de ser la pobre y perdida Yumi. ¿Quién era yo realmente? Iba a descubrirlo.

2 comentarios:

  1. holaaa, quería decir que me encanta tu historia y que estoy deseando que pongas un nuevo capítulo... Yo soy nueva por aqui, me hice un blog hace 3 días y el tuyo ha sido el primer blog que he leido, en estos 3 dias me he leido los 17 capitulos jajajaja. Felicidades escribes muy bien guapa ;)

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  2. Jooo muchísimas gracias!!! Me siento alagada y contentísima de que Disturbia sea la primera blog-novela que lees. Paseate por el blog y comenta con tus opiniones y pesquicias sobre la historia todo lo que quieras. Me alegro que te guste y te agradezco que leas la historia. Muchas gracias y felicidades por tu nuevo blog! (leí los tres capítulos y la historia promete) Un besazo enorme preciosa!!! ^^

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