domingo, 13 de octubre de 2013

Capítulo 20

Salí de la sala corriendo, no aguantaba verle sufrir tanto. Me dirigí a cualquier dirección y acabé fuera bajo un sol castigador. No podía sacarme de la cabeza los gritos de Zeev. Me quedé allí tirada, en la hierba al lado del arrollo, con los pensamientos en blanco. Intentando olvidar la escena tan desagradable que acababa de ver. No recuerdo cuanto tiempo estuve allí mirando la nada, oyendo sin oír mi alrededor... Ni cuenta me di de que alguien se sentaba detrás mía hasta que habló.

- Siento que me vieras así. - dijo Zeev.

Me sobresalté algo al oírle, pero intenté no demostrarlo. - Yumi, yo...

- No pasa nada. - le interrumpí. - No pidas disculpas por eso, me advertiste de que me fuera y no lo hice, fue mi culpa no la tuya.

- Suenas como antes...

- ¿Antes? ¿Cómo cuando me conociste en aquel bosque o cuando era yo la jefa de todo esto? - pregunté algo cabreada, a lo que la pregunta dejó un tanto sorprendido a Zeev- Oí lo que estabais hablando Anne y tu el primer día que vine aquí, o por lo menos el primer día que yo recuerdo estar en este lugar. - me giré seria para poder mirarle a los ojos y proseguí a hacerle una proposición que me había rondado por la cabeza durante mucho tiempo. - Cuéntame mi historia.

- Pero no se si te hará bien... - dijo evitando mi mirada y agachando la cabeza.

- Mira, estoy confundida y asustada porque no se quién soy. Estoy peor en esta situación. - protesté intentando convencerle -  No decidas por mí en esto. - susurré triste. No podía evitar el sentirme así... - Realmente me siento vacía por dentro, como si estuviera en el cuerpo de otra persona pero con mi misma cara. - continué con la voz mis pensamientos.

- Antes eras una persona dura, decidida, inflexible pero también respetuosa y cariñosa. Una luchadora - comenzó a relatar Zeev. - La vida no te trató bien y para contrarrestarla te convertiste en esa persona...

- ¿Cómo que la vida no me trató bien?

- Bien, empezaré por el principio. Tu padre era uno de los altos cargos del gobierno, un gran hombre y un gran padre. Lo admirabas muchísimo. Te había criado solo y te había convertido en una mujer dulce y amable a la que todos adoraban. Pero la crisis comenzó y el gobierno, con un nuevo presidente a la cabeza, cambió radicalmente. La gente comenzó a pensar de una forma que muy pocos toleraban y entre esa gente os encontrabais tu padre, tú y todas estas personas. - hizo un amplio ademán que abarcó al búnker, a las personas a las que se refería eran los rebeldes. - Tu padre al ser un hombre de poder tenía que mantener la postura y callarse, pero ni tú ni los rebeldes teníais que hacerlo así que protestabais por las injusticias cometidas sin importar las consecuencias de vuestros actos. Pero hubo una consecuencia que provocó que tu vida diera un vuelco de ciento ochenta grados. El gobierno ejecutó a tu padre públicamente como se hacía en la edad media. - su tono de voz era oscuro, igual que la expresión de su rostro.

Entonces, mientras relataba todo aquello, a mi mente acudían imágenes, pequeños fragmentos de memoria que recuperaba con gran dolor en mi corazón. Podía ver a un hombre con el rostro amable mirándome y sonriéndome con cariño; mucha gente en una protesta conjunta contra un gobierno corrupto; y una horrible imagen de aquél hombre colgado por el cuello, balanceándose en el vacío con la mirada perdida y los labios azules por la falta de oxígeno. El sonido de mi voz en un grito desesperado volvió a mí. Las lágrimas comenzaron a rodar por mi rostro como aquel día.

- Lo recuerdo. - dije para sorpresa del muchacho. - Mi padre murió protegiendo una causa por la que yo peleaba...

No pude proseguir, puesto que en un rápido movimiento Zeev miró hacía una dirección y una espada se clavó entre él y yo. La espada de el Capitán. El arma le había hecho un corte en la mejilla a Zeev pero poco le importó. Me cogió de la mano y me levantó del suelo. Intenté alcanzar la espada pero él me lo impidió.

- No la toques. - tiró de mí y salimos como balas hacía dentro del búnker. - ¡¡¡Soldados!!! - gritaba Zeev para alertar a los demás.

En un giro de cabeza vi un grupo grande de personas uniformadas de blanco salir de los arbustos. Lo capitaneaban dos personas bien distinguidas. El Capitán McConaughey y otra persona vestida de blanco con muchos galardones en su chaqueta... ¿Will?

1 comentario:

  1. OH....!!!! q intriga!!! ¿como puedes dejarme asi? espero q subas pronto el el siguiente capitulo.

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