Aquella misma noche le vi morir... Vi como unos imbéciles le pegaban una paliza, la sangre corría por los adoquines y empapaba su ropa. Le vi tirado en el suelo, quise ir a ayudarlo pero el miedo me impidió mover un solo músculo. y aunque no me moví de donde estaba, me vieron, me arrancaron de mi escondite y me empezaron a arrancar la ropa, quitarme los zapatos. La lujuria corrompía su mirada, pero aunque gritaba y pedía ayuda nadie parecía escuchar. De repente algo hizo que aquellos hombres que estaban a punto de violarme, cambiaran su asquerosa mirada por una de terror y miedo, seguramente muy parecida a la que tenía yo. El muchacho que debía de estar muerto, con la sangre cayéndole aún por el flequillo y manchando su cara, no solo se había incorporado y caminado hasta donde me tenían presa sino que también acababa de arrancarle la vida de cuajo a uno de aquellos asquerosos hombres, literalmente. No recuerdo cómo pero rápidamente acabó con todos.
Miré a aquel chico, no mucho mayor que yo, sus ojos de un color oro brillando en la noche ¿Por qué estaba vivo? Eso aun me lo pregunto yo. Rodeada de cadáveres, y enfrente de un demonio con cara de ángel recubierto de sangre mis piernas se movieron por si solas en un impulso y eche a correr, alli empezó mi accidentada carrera por el bosque. Ya había perdido la cuenta de cuanto tiempo llevaba corriendo cuando tropecé y caí, los pies me sangraban, los tenía a carne viva, pero no me interesaba mimarme las heridas en ese momento, seguía viendo esos ojos amarillos, la sangre brotando de las heridas...
Intente levantarme, pero las fuerzas me fallaron y volví a caer. Miré a mi alrededor, estaba perdida, no reconocía nada. Oí un crujido de una rama, asustada miré en todas las direcciones rápidamente y los vi más relucientes aun, esos penetrantes ojos de oro. El corazón por poco se me para, se abalanzó sobre mi desde la rama que estaría a una altura de siete metros. De repente lo tenía tan cerca de mi que sentía su respiración, su olor, su tacto, el latido de su corazón y su voz...
Y acto seguido me besó. Sin dejarme tiempo a reaccionar me aupó y me llevo en brazos. Sentía calor en su abrazo, me sentía bien allí colgada de su cuello, sintiendo como aquel misterioso personaje me llevaba a algún lugar.
- ¿Quien eres? - Fue lo único que llegue a decir puesto que, entre la carrera y lo a gusto que me sentía entre sus brazos con el suave bamboleo de sus andares, el sueño había ido cogiendo terreno.
- Alguien que lleva a tu lado mucho tiempo y tu no te habías dado cuenta. - cerré los ojos y me deje llevar.
El suave roce de las mantas tapándome me hizo abrir los ojos por ultima vez esa noche y observar esos ojos mirándome con dulzura. Aun metida en cama, tapada hasta arriba, sentía frío sin su contacto.
- No te vallas - articule, agarrando la manga de su chaqueta para evitar perderlo.
- Nunca me iré, estoy mucho mas cerca de lo que crees. Pero tienes que encontrarme. Sueña. - y con un beso se esfumó aquel chico de ojos dorados que ni sabía si iba a volver a ver, pero antes de que reaccionara el sueño pudo conmigo y me vi caer en medio de oscuridad y sangre...
Hola Kyl! Ohh, pero que preciosidad de capítulo, decir que me encantó, es decir poco.Más no sé que otra cosa puedo decirte, solo me resta felicitarte por tu inmensa imaginación, y decir que te seguiré leyendo. Me pregunto quien sera ese chico, y no sé porque pero cuando le dijo a nuestra protagonista que sueñe, tuve un escalofrió.
ResponderEliminar¡Hasta pronto!
¡Wow! Está genial, me ha encantado :)
ResponderEliminarTiene mucho misterio y eso es algo irresistible para mí ^^ Escribes de maravilla y felicidades por esa increíble imaginación que tienes. Y ya ni hablar de los dibujo ¡son muy, muy buenos!
Te seguiré leyendo, ahora mismo me suscribo a tu blog :3
Un beso